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Writer's pictureRhaizza V. Garcia, RD, LD

Obesidad




Si comparamos los hábitos alimenticios de nuestros antepasados ​​con los hábitos alimenticios de hoy, no es sorprendente ver cómo las tasas de obesidad aumentaron enormemente.


Estamos viviendo en un mundo en el que comer todo el tiempo es lo normal. Estamos despertando y lo primero que hacemos es tomar bebidas azucaradas y panecillos. A media mañana no se nos puede olvidar nuestros refrigerios fáciles de llevar, como una barra de proteína o una galleta, y hay que comerlos en el camino hacia los trabajo sedentarios. A la hora del almuerzo, iremos a un restaurante de comida rápida porque no tenemos tiempo para preparar nuestro almuerzo en casa. Ha llegado la media tarde, y como si no hubiéramos comido lo suficiente, también tomamos otro bocadillo por la tarde porque tenemos hambre y ansiedad. Llegó la cena, y entonces nuestro deseo de cenar aumenta, llegamos a casa, y debido a que estamos cansados ​​de todo el trabajo, decidimos tomar lo primero en nuestra nevera, que consiste en una pizza o pasta para `poner en el microondas. Aún así, no podemos olvidar nuestro refresco ligero porque tuvimos suficiente azúcar por un día. Ya son las 10:00 pm, pero todavía estamos despiertos y ansiamos algo dulce, así que vamos a la cocina y encontramos la última oreo esperándonos. ¿Suena familiar?


Tu no eres el problema y no estas solo. Todos hemos estado ahi.





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